La primera vez: Tsukemen en Fūunji

Hay una primera vez para todo.

Imaginense si existiese una máquina del tiempo para ver nuestras caras la primera vez que comimos una dona de Krispy Cream, o la primer hamburguesa, o la primera vez que mojamos papas fritas bien crocantes en ketchup, o brownies de chocolate.

No me acuerdo de ninguna de esas veces. Lo que sí me acuerdo es la primera vez que comí Tsukemen en Fūunji.

Un amigo de Argentina me dijo no hay vuelta atrás una vez que probas tsukemen, y me tomó 5 años hacerle caso, no porque no confiaba en él, sino porque para mi, la sopa es una comida un poco depresiva, me hace pensar en cuando estamos enfermos, o cuando es fin de mes, entonces en general comer Ramen no es algo que me mueva mucho, es delicioso, pero también es muy pesado, y en general siento que necesito un mood especial para querer comer Ramen.

Pero qué es el tsukemen? Ok, ¡arranquemos!

Tsukemen significa casi literalmente “mojar los fideos”, el plato es una variedad de ramen en la cual como dice su nombre se mojan los fideos (que suelen estar fríos) en un caldo bastante concentrado que puede contener distintos elementos como chashu (carne de cerdo), huevo, nori, menma, entre otros.

La historia del Tsukemen se remonta a 1961 en un restaurante de ramen de Tokyo y fue creado por Kazuo Yamagishi.

Ok, basta de introducciones. Hablemos de Fūunji.

Fūunji, ubicado en Nishi Shinjuku, es una bendición y una maldición a la vez. Este lugar fue el primer Tsukemen que comí hace un par de años y hasta la fecha el mejor, de los mejores ever. Nada le gana a este lugar, y justamente por eso empecé este post hablando de la primera vez, explicar lo que se siente al comer los fideos y el caldo de este lugar es imposible, pero te genera ese umami, o mejor dicho esa sensación al estilo la peli ratatouille, donde de golpe ves tu vida entera en un plato. Pausa, ya volvemos al tsukemen.

Fūunji es un restaurante que en los últimos años se volvió mega popular, ya cuando fui las primeras veces siempre había una fila de por lo menos 20 personas para entrar, a veces la fila da vuelta la cuadra, en general soy partidario que no vale la pena hacer fila en los restos porque está lleno de lugares increíbles, pero aca les voy a decir, si vienen a Tokyo no se pierdan la experiencia.

Pedir es muy fácil (solo cash) y está adaptado al público gaijin pero tengan en cuenta que dentro nadie habla inglés.

Si esta el dueño (en esta oportunidad no estaba) el chabon es mega copado y tiene todo un show mientras cocina donde tira los fideos al aire y los atrapa dando una vuelta como si fuese un anime, pero es imposible saber cuándo está y cuando no.

Una vez que los llaman, que puede tardar aproximadamente 1 hs dependiendo de la fila, la comida suele estar lista enseguida.

La manera de comerlo es muy simple, se agarran los fideos se mojan (a mi me gusta tirarlos) en la sopa, mezclo un rato y los saco y los como.

De nuevo, es muy difícil describir la fiesta de sabores que se genera en la boca, como los fideos se complementan perfectamente con el dashi que es sumamente fuerte en el buen sentido. (de cualquier manera hay sopa para rebajarlo un poco si el sabor les parece demasiado)

La carne se deshace en la boca, el huevo está cocinado a la perfección y se cuando lo mordes sentis la suavidad de la yema, y el dashi que es de pollo, sardinas, katsuo y kombu, que le da el balance exacto de umami, dulce y salado. Es una explosion de sabores.

La porción de fideos estándar es gigante, pero les dan a elegir si prefieren la porción normal, yo en general elijo normal porque sino me siento mal después.

Como dije antes hasta la fecha nunca comí otro tsukemen que le pueda ganar a este, es como un primer amor al que uno siempre quiere volver. Por ende, no hay vuelta atras.

Lugar: Fūunji

Tipo de comida: Ramen / Tsukemen

Precio por persona: Entre 1000Y y 1200Y

Veredicto: Este restaurante está en el Erik Starter Pack de Tokyo, no venir acá es un pecado. El único detalle que les voy a dar es que como muchos de los restaurantes de Japón, la idea es que la gente circule rápido, no es para cuando están cansados y quieren quedarse sentados una hora, porque suele haber filas largas y la idea es comer, e irse.
Salvando este detalle, háganse un favor y prueben tsukemen. 

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