15 – 16 de Noviembre 24’

El resto del viaje tuvo algunos altibajos.

Cosas que comimos:


Miso Katsu (Una especialidad de Nagoya que extrañamente vendían en Okayama)

Soba Carbonara. (Delicioso)

Ensalada Cesar con Wagyu A5

Sushi en un restaurant local.

Pizza de 3 quesos

Jabali y Ciervo en palitos.

Okonomiyaki especial de 4 carnes (Langostino, Bacon, Pollo, Carne)

Lugares que visitamos:

El castillo en las nubes. El único castillo que queda original en la cima de una montaña.

Okayama Korakuen. Uno de los 3 jardines mas bellos de todo Japon.

Kibiji Cycling Road. Alquilamos una bici y manejamos 30KM por el interior japonés mirando campos de arroz, granjas y templos mas chiquitos que lo que se suele ver en las ciudades.

Kofuns. Esta zona es conocida por los Kofun, que es algo así como tumbas gigantes que datan del siglo 400, una de las mas conocidas es la que da origen a la leyenda de Momotaro (un héroe del folk local japonés que nació de un durazno (Momo).

Museo de Ukiyoe (Fantastico)

Un Snack Bar!

Pensamientos que tuve:

Primero, que hermoso que es japon, vivir en Tokyo es maravilloso y surrealista, pero cuando salis al inaka (interior del pais) todo se vuelve bello y parece salido de una película de Miyazaki.

A veces hasta me hace sentir que quisiera vivir en un pueblito alejado de toda civilización, pero después veo que no hay conbinis cerca y se me pasa.

Segundo, fue un poco complicado viajar con Mike de lo que pensé que iba a ser. No es una novedad. Creo que me enoje con el, pero en realidad estaba mas enojado conmigo mismo.


Después del primer dia, donde caminamos y anduvimos en bicicleta, Mike termino muy cansado.

Al dia siguiente, después de subir al castillo atravesando un hiking road de aproximadamente 1hs en subida, Mike empezó a decir que se sentía mal, primero le dolía la pierna, después le dolía la cabeza, después el costado de la panza. Clasico hipocondríaco.

Despuéss que visitamos el Jardin japonés, se tomo un taxi y se volvió al hotel, esto no me molesto, que sea libre para encerrarse en la habitación, dormir y descansar.

Pero a la noche, después de cenar y habiéndooslas hablado que podíamos ir a un Karaoke o salir a pasear de noche, otra dolencia lo hizo decidir tomarse el primer taxi que paso y volverse a la casa a eso de las 20hs.

Por algún motivo, esto me triggereo muy fuerte, me enoje, pero en retrospectiva el no tiene la culpa de ser como es, porque me enojaría?


Por un lado, sentí que me dejo ahi solo, medio flojo, pero por otro lado, cual es el problema?

Su abandono termino derivando en una de las mejores noches del viaje.

La parte antigua de Kurashiki bordea una montaña en circulo, y en la cima de la montaña (no es muy alta), hay un templo. Lo interesante es que hay varios accesos a la cima. Y de casualidad encontré uno que me pareció vistoso, y cuando termine de subir, llegue al templo principal. 

Eran las 22hs y no había nadie.

Fue una experiencia sublime, el silencio, los insectos, la vista de la ciudad con las luces que titilaban.

En la inmensidad del templo, y la soledad, creo que la sensación que tenia era que en cualquier momento un shinigami me iba a llevar de los pelos.

Cuando tenes una experiencia tan hermosa en soledad, en la que podes disfrutar un momento que nadie puede entender, que nadie te puede arrebatar, donde mis pensamientos son puros y reales, es cuando siento que estoy viviendo mi vida al máximo. Es otro tipo de nostalgia.


Me quede aproximadamente una hora sentado en un banco con vista a la ciudad, pensando porque me había enojado tanto y pensando en la vida en general. (Las frustraciones del día anterior con respecto a quedarme sin trabajo, etc).

Hasta que en un momento empece a preguntarme si ya había pasado demasiado tiempo en el templo, o si no era suficiente tiempo. Es lo mismo que me pasa cuando visito museos.

Cuando baje, caminando por la ciudad antigua, empece a sentir un repiqueteo en el pecho y casi sin darme cuenta termine en un cafe que tenia una banda tocando Jazz, fue sublime.

Cuando volví al departamento Mike estaba despierto con su celular, yo no estaba enojado, pero definitivamente estaba indiferente, parte de mi sentía que fue una pena no haber podido compartir nada de la noche con el, otra parte estaba enojada con Juan porque quise llamarlo pero estaba ocupado. Tampoco Lya estaba presente porque esta ocupada con la filmación.


Creo que simplemente me sentía un poco solo. Al otro día le pedi perdón a Mike, y como se sentía mejor pudimos hacer un montón de cosas.

El saldo final del viaje fue muy positivo, ya empezamos a hablar de viajar de nuevo el año que viene.

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